Sólo unas líneas para felicitarnos en este día de gozo pascual en el que el Santísimo Cristo de las Misericordias resucita en cada uno de nosotros, y transmitiros mi satisfacción, y la de toda la Junta de Gobierno, por vuestro ejemplar comportamiento el pasado Martes Santo. Creo que la grandeza de nuestra Hermandad se manifiesta especialmente en ocasiones como la sucedida el pasado martes cuando, por motivos meteorológicos, hubo de suspenderse la estación a la S.I. Catedral.
La masiva asistencia de hermanos a la Parroquia para participar en la Eucaristía preparatoria pese a la incesante lluvia y, sobre todo, el recogimiento con el que todos vivimos el Vía Crucis cumpliendo así con nuestra obligación de Reglas de reflexionar sobre la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, son muestra inequívoca de la seriedad de la Cofradía, seriedad entendida como experiencia de Dios que trasciende sobre la tradición y la costumbre, seriedad que da sentido a la túnica negra y el cinturón de esparto símbolos de cómo en Santa Cruz nos tomamos en serio el amor a Cristo en sus grandes Misericordias.
Es por ello que me siento profundamente orgulloso de vosotros, mis hermanos, por cuanto que habéis sabido encauzar la suspensión de la salida procesional con una madurez extraordinaria, dando importancia a lo realmente relevante sin que la tristeza de la lluvia haya hecho mella desproporcionada en nuestros sentimientos, antes al contrario, nos haya servido para fortalecer en nuestro profundo amor por Cristo y su bendita Madre de los Dolores, destacándolo sobre toda eventualidad.
El año que viene será.
Un abrazo,
Miguel Genebat
Hermano Mayor
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