EUCARISTÍA POR LAS VÍCTIMAS DE LA DESESPERACIÓN

Estimados hermanos: La Hermandad y la parroquia no quieren permanecer ajena a realidades que los medios de comunicación nos han […]
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Foto: ABC.es

Estimados hermanos:

La Hermandad y la parroquia no quieren permanecer ajena a realidades que los medios de comunicación nos han puesto de relieve ésta semana: el naufragio de una patera con más de 70 personas -14 muertos, 40 desparecidos y 18 rescatados- y la estadística de desahucios en nuestra ciudad (unida a dos intentos de suicidio -uno consumado y otro frustrado-, de dos hombres que iban a ser lanzados de sus respectivas viviendas en Valencia y Granada). Y además, la estadística del desempleo -con lo que ello implica-.

Como CRISTIANOS, no debemos permanecer ajenos al drama social que vivimos y mucho menos acostumbrarnos a vivir obviando la desesperación de los que cruzan el estrecho para buscar (¡que ironía!) una oportunidad o los que sufren en extremo los efectos de una crisis fruto del egoísmo insolidario, mientras nosotros vivimos ocupados y preocupados de nuestras crisis (entre las cuales tenemos que incluir la de  nuestros valores y prioridades) que nos llevan a vivir sin sentir el dolor ajeno más allá de algún ¡que lástima!.

Por todo lo anterior, la Misa de hermandad del próximo martes 30 de octubre la vamos a ofrecer POR LA VIDA, por la de éstos hermanos nuestros muertos en el estrecho donde habían puesto su «desesperanza» y por la de aquellos otros que sufren en extremo los efectos de la crisis económica hasta el punto de perder su casa o, lo que es peor, la vida (que, por indigna, ya no era vida), al no poder superar la angustia del paro, de la falta de recursos para atender a las necesidades básicas de sus familias.

Es una Eucaristía para reflexionar sobre nuestra actitud ante tanto dolor ajeno. Ser cristiano y cofrade nos tiene que obligar, al menos, a reflexionar sobre cómo y qué estamos haciendo o, mejor, que no estamos haciendo bien para que estemos llegando a situaciones como las aparecidas en las noticias y tantas otras parecidas que nunca saldrán en los medios. Por lo menos podemos rezar por las vidas de ellos, los desahuciados y los de las patera,  por sus familiares, y sobre todo, pedir por nuestra propia y verdadera conversión para intentar, en la medida de nuestras posibilidades, cambiar el mundo.

La Junta de Gobierno

Foto: http://www.abc.es

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