Martes 27 de octubre de 2015. XXX semana del Tiempo Ordinario

Lectura del santo evangelio según san Lucas

 

En aquel tiempo, Jesús decía:

– ¿A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé?

Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas.

Y añadió:

– ¿A qué compararé el Reino de Dios?

Se parece a la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta. (Lc. 13, 18-21)

 

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Jesús nos recuerda que el reino de Dios comienza pequeño, minúsculo como un grano de mostaza, insignificante como un pobre de Nazaret, y que esa semilla crecerá hasta alcanzar una plenitud que nadie podría sospechar. Jesús nos recuerda que el reino de Dios es un misterio que Dios confía a la oscuridad de la tierra, a la humildad de lo escondido, a la fecundidad del silencio. Jesús nos recuerda que el reino de Dios, en su pequeñez, es fuerza poderosa, capaz de transformar la historia, es levadura que se mete en la harina para que todo fermente. Y la fe nos recuerda que sólo a los pequeños se les ha concedido conocer los misterios del Reino.

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