La pasada Semana Santa nuestra querida Hermandad del Stmo. Cristo del Desamparo y Abandono y Nuestra Señora de los Dolores (Cerro del Águila), con motivo del XXV aniversario de la declaración de su carácter penitencial, participó, corporativamente, en la estación de penitencia de la Hermandad de la Sagrada Cena, Cofradía con la que por primera vez pisaron la S.I. Catedral.
Los nazarenos de los Dolores se revistieron en nuestra Casa de Hermandad, pasando a la Parroquia para rezar ante nuestros Sagrados Titulares antes de dirigirse a la Iglesia de Los Terceros. Nazarenos del Cerro en Santa Cruz. Terciopelo y capa en una Iglesia acostumbrada al ruán y el esparto.
Son muchos los vínculos que tenemos con la Hermandad del Cerro del Águila desde que, hace más de veinticinco años, nuestro entonces Hermano Mayor, Paco Ferrand, apostase decididamente porque ésta corporación se incorporase a la jornada del Martes Santo, abriendo los brazos a todo un barrio volcado en la devoción a los Dolores de la Santísima Virgen.
Ahora, veinticinco años después, el Señor ha recompensado a la Hermandad de Santa Cruz con un gesto tan simbólico como entrañable. Nazarenos del Cerro rezando ante el Cristo de las Misericordias y su Bendita Madre en sus advocaciones de la Antigua y de los Dolores, una estampa que no refleja más que la verdadera unión existente entre nuestras hermandades, entre las personas que las forman y que se tienen un especial cariño que no es casual, sino fundado en años de colaboración, amistad, afecto sincero y verdadera hermandad pues no en vano nos une algo tan importante como la devoción a los Dolores de María.
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