Martes 22 de octubre de 2013. 29ª semana del Tiempo Ordinario.

Lectura del santo evangelio según san Lucas

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

–Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas: Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle, apenas venga y llame.

Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela: os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo.

Y si llega entrada la noche o de madrugada, y los encuentra así, dichosos ellos.  (Lc. 12, 35-38)

 

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La lámpara es el símbolo de la fe viva y despierta. El ejemplo del criado que espera que su patrón regrese a casa para atenderlo en cuanto llegue, representa la responsabilidad personal ante la inexorable llegada del “amo”. La mesa servida es la participación en los bienes mesiánicos. La llegada puede ser a “medianoche” o de “madrugada”, a la hora menos cómoda y en la que es más fácil estar dormidos, esto anuncia que la llegada del Señor será, no a la hora que yo quiero, sino a la hora que Él disponga regresar de la boda.

 

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