Martes 4 de octubre de 2011. San Francisco de Asís

Lectura del santo Evangelio según San Lucas

 

En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.

Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.

Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo:

–Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano.

Pero el Señor le contestó:

–Marta, Marta: andas inquieta y nerviosa con tantas cosas: sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán. (Lc. 10, 38-42)

 

———- ooo ———-

 

Se ha interpretado este texto como un elogio a la vida contemplativa sobre la vida activa. Me parece demasiado, esas cosas no existían en tiempos de Jesús. Me gusta imaginarme la escena así: María, entusiasmada de tener a Jesús tan cerca, está pendiente de sus palabras. Marta, honradísima por la visita, se afana preparando la merienda, queso, aceitunas, dátiles… Y Jesús le dice: “Marta, que no he venido a merendar sino a estar con vosotras; nos basta con poco, ven, vamos a charlar tranquilamente, que eso es mucho más importante”.

Sobre admin