Martes 9 de julio de 2013. 14ª semana del Tiempo Ordinario

Lectura del santo Evangelio según San Mateo

En aquel tiempo, llevaron a Jesús un endemoniado mudo.

Echó al demonio, y el mudo habló.

La gente decía admirada:

–«Nunca se ha visto en Israel cosa igual».

En cambio, los fariseos decían:

–«Este echa los demonios con el poder del jefe de los demonios».

Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, anunciando el

evangelio del Reino y curando todas las enfermedades y todas las dolencias. Al ver a

las gentes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, «como

ovejas que no tienen pastor». Entonces dijo a sus discípulos:

–«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la

mies que mande trabajadores a su mies.» (Mt. 9, 32-38)

El asombro y el estupor se apoderaban de la gente que veía los milagros de Jesús, pues

en todos los pueblos, aldeas, y sinagogas actuaba sanando y enseñando, irradiando

compasión y misericordia con los menesterosos e ignorantes, con los que se sentían

angustiados y desvalidos, desorientados, si fe, sin paz, sin verdad y sin amor. La labor

de Jesús no conocía límites ni en los destinatarios a los que servía ni en la entrega de sií

a ellos. El Buen Pastor

Sobre admin