Restauración del Simpecado Sacramental

En el taller de Francisco Carrera Iglesias, se está llevando a cabo la restauración del Simpecado Sacramental que posee la Hermandad procedente de la Sacramental de Santa Cruz con la que nos fusionamos en los años sesenta. La pieza estará terminada, D.m., para finales del presente mes de octubre.

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En el taller de Francisco Carrera Iglesias, se está llevando a cabo la restauración del Simpecado Sacramental que posee la Hermandad procedente de la Sacramental de Santa Cruz con la que nos fusionamos en los años sesenta. La pieza estará terminada, D.m., para finales del presente mes de octubre.

La recuperación y puesta en valor del  patrimonio histórico es siempre un asunto de la mayor relevancia en tanto que este patrimonio es el legado material que los que nos precedieron en la historia nos han transmitido con el fin de la continuidad en su uso y función. Con motivo de los recientes trabajos de catalogación e inventario que se ha llevado a cabo en la Hermandad, se ha podido localizar una pieza con un carácter y valor excepcional: el estandarte sacramental. Se trata de una insignia que tiene como soporte un paño de tisú de plata con forma de pendón recto terminado en dos patas triangulares. En su parte central aparece una cartela bordada en oro a realce de temas vegetales que derivan de los motivos de rocalla, con un riquísimo y recargado ostensorio rematado en cruz. Este ostensorio está también bordado en oro a realce incorporando pedrería y lentejuelas que contribuyen a la mayor suntuosidad de la pieza.  Toda la bordura del estandarte aparece también recorrida por un motivo vegetal recurrente con un desarrollo algo mayor en los ángulos superiores.

Es una pieza que, por los motivos decorativos y la propia materia textil que actúa como soporte, puede ser considerada dentro de la estética de la disolución del rococó a finales del siglo XVIII y principios de la centuria siguiente. Sin duda alguna se trata del estandarte corporativo de la vieja hermandad sacramental de la parroquia de Santa Cruz, realizado aproximadamente hacía 1800 viniendo a sustituir el «estandarte blanco» que, bordado en plata, refieren diferentes inventarios de la segunda mitad del siglo XVIII.

Probablemente su precario estado de conservación motivó su desuso tras la fusión de la hermandad sacramental con la de penitencia en 1967, dejando de tener utilidad como insignia identitaria dado que el estandarte de la de penitencia prevaleció como elemento representativo de la corporación. El estandarte conserva también parte de su asta (la horizontal) y la cordonería, localizada dentro del aludido inventario. Su recuperación para el uso no puede ser sino una magnífica noticia, en tanto que la pieza va a cobrar vida de nuevo sirviendo como insignia de la Hermandad siempre que sea necesario.

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